miércoles, octubre 31, 2007

Rafael Reig & Juan Madrid

Seguramente muchos ya los conozcan, tanto Rafael Reig y Juan Madrid son un par de escritores españoles bastante valorados por el favor del siempre fiel público lector. A Reig llegué a través de las referencias de un amigo, éste me recomendó con fervor las novelas Sangre a borbotones y La fórmula Omega, ambas las leí, y me causó una gratísima impresión Sangre a borbotones, en la cual tenemos, en un futuro posiblemente cercano, a la ciudad de Madrid totalmente inundada, con un detective desopilante que de manera sui generis engloba a todos los detectives de la tradición del policial. Y hace unas semanas terminé Manual de literatura para caníbales, que es lo mejor que vengo leyendo de Reig.

Fue a través de la película Días contados de Imanol Uribe que llegué a Juan Madrid. La película está basada en la novela homónima de este autor que, espero no equivocarme, es el mejor escritor de policiales hoy en día en castellano. Con una somera googleada nos enteramos que Madrid es autor de una obra prolífica, por decir lo menos. Y es gracias a una bella edición de Punto de Lectura que me reencuentro con este escritor a quien no leía desde el 2001, cuando quedé obnubilado con el extraordinario libro híbrido de relatos policiales Malos tiempos. (Si la memoria tramposa no me falla, creo que he leído once novelas suyas) Pues bien, en Tánger, publicada en 1997, y rescatada por Punto de Lectura (una edición que está por encima de lo que solemos ver de estas ediciones de bolsillo), tenemos a una riquísima gama de personajes de los bajos fondos madrileños que pugnan por sobrevivir en una sociedad marcada por la intolerancia. El argumento gira sobre las peripecias de unos trasnochados intolerantes neonazis que pugnan por cerrar una transacción de armas para llevar a cabo una suerte idiota de limpieza étnica. Curiosamente, los personajes que se llevan las palmas son inmigrantes, y es a través de lo que piensan y dicen que tenemos una crítica ácida de un mal arropado últimamente de sutilezas. En general, ninguno de los personajes de esta novela es flojo, todos están muy bien calibrados, en clara muestra de que la concepción de estos es lo que siempre terminará sosteniendo no sólo una novela policial, sino cualquier novela, aún así su argumento sea muy jalado de los cabellos.

Buscando el Youtube me encuentro con un video donde Rafael Reig presenta Pájaro en mano, la última novela de Juan Madrid. Lo que dice Reig sobre Madrid y el policial es más que interesante. Lástima que el video se vea cortado por la presencia de un innombrable que nunca faltan en las presentaciones. Aún así, si aún no lees a Reig o Madrid, ésta es una buena oportunidad para que los conozcas un poco y te animes a buscar sus libros que, sin exagerar, son bastante buenos.

jueves, octubre 25, 2007

ÍNDICE DE LA NUEVA POESÍA AMERICANA

Walter Sanseviero, editor de SUR, el sello de Sur Librería Anticuaria, acaban de publicar una joya que está destinada a ser un imprescindible para todo aquel que se precie de poeta o de gran lector de poesía: Índice de la nueva poesía americana, la antología poética vanguardista, publicada en 1926, de la que muchos eruditos hablan, al grado de calificarla de secreta, pero de la que se conocía más su leyenda negra.

Si la memoria tramposa no me falla, he escuchado tres veces de este libro, en circunstancias totalmente distintas, y quienes me comentaban de ella no dejaban de supurar una pasión extremadamente desgarrada por la poesía vanguardista. Índice de la nueva poesía americana era hasta ahora un libro inhallable, un libro fantasma del que se podían tener dudas razonables sobre su verdadera existencia, ya que siempre se han referido a él por su agitada historia que va desde su concepción hasta la pelea de sus compiladores (Alberto Hidalgo, Vicente Huidobro y Jorge Luis Borges). De los 500 ejemplares editados en Buenos Aires, sólo salieron a la venta 100. ¿Qué pasó con el resto?, seguramente los quemaron. ¿Por qué? ...

El rescate de la presente antología tiene un par de textos que ayudan a entender mejor su valor. Tanto Mirko Lauer como Mario Montalbetti son los responsables del prólogo y colofón respectivamente. Lauer aborda el contexto histórico en el que apareció el libro, y Montalbetti (no para de sorprenderme la agudeza de este señor) hace un inteligentísimo hincapié en las mutaciones violentas que tiene el lenguaje en el tiempo a razón de que éste no es una superestuctura. Cito:

“ Las palabras que empleamos para escribir son las proverbiales cucarachas que sobreviven cualquier holocausto, nuclear o moral. Y esto no es tan extraño como parece porque son precisamente las palabras las que contienen, bajo la fantasía de un “significado” entendido como objeto imaginario, la posibilidad misma del trauma. ¿Será posible, entonces, que lo cambia no son las palabras sino las imágenes que acompañan a nuestras palabras? Y que cuando se trata de combatir el trauma con palabras ¿no se hace otra cosa que diseminarlo? Como dice el poema de Emerson: cuando de mí huyes, yo soy las alas.”

El prólogo de IDLNPA está dividido en tres. No son tres prólogos, como se piensa. Huidobro, Borges e Hidalgo cumplen, a su manera, con el requisito indispensable que debe tener todo prólogo en antologías: la capacidad de riesgo para emitir una opinión, así aciertes o falles, la cual genere debates, críticas o discusiones, ya sean favorables o antagónicas, porque si éste requisito no se cumple, las antologías no tienen ninguna clase de sentido.

Fue Hidalgo quien sacó adelante esta antología, y más allá del afán provocador de su prólogo, es menester decir que fue él quien hizo la selección. Como él es conocido como uno de los más grandes panfletarios en lengua castellana, me es imposible no consignar un párrafo de su prólogo para el disfrute o malestar de algunos. Cito:

“Aquí sólo quiero significar que no opondré ninguna resistencia a que los yanquis se apoderen de México el día que mejor les cuadre, como veré con agrado que la Argentina se apodere cuanto antes del Uruguay, en virtud de que actualmente ese país parece una provincia argentina. Ni inferior a Jujuy, ni superior a Santa Fé. (Mi amigo Pérez Ruiz y yo, hablamos siempre de Montevideo como de un arrabal de Buenos Aires).
Otro disco. Bolivia no tiene representación en este libro debido a que en mis afanosos viajes por los mares del mundo no me he encontrado con sus costas. ¿Es que no existe? Del Paraguay sé que no se conoce ni de oídas la palabra arte. Allí solo se dan loros y yerba mate. Prometo remendar las ausencias en futuras ediciones, si aparecen poetas por ahí, o si hay alguno que, demasiado tímido, no ha emprendido viaje a mi conocimiento.”

En este pequeño libro de 300 páginas encontramos los nombres de Leopoldo Marechal, César Vallejo, José Juan Tablada, Pablo de Rocka, Macedonio Fernández, Alexis Delgado, Hugo Mayo, Antonio Arraiz y muchos más que son piezas claves del canon poético de sus respectivos países.

Como escribí líneas arriba, esta antología es un imprescindible, de los de verdad. Valió la pena esperar 80 años para tener entre manos esta edición pulcrísima. Les dejo con Silabario, un poema del mexicano Germán List Arzubide:

Mutt y Jeff no sabían
que ella se extravió en mis brazos
por esto la Academia
no la puso en su diccionario

El otoño prudente
no espío por el ojo de la chapa
y el silencio iba en zancos

Será el muerto el que chifla
la Adelita
en la esquina?

Esto de las tradiciones
son chismes de la luna

miércoles, octubre 24, 2007

Fragmento - Joseph Roth

¡Dieciséis horas! Desde hacía más de tres años yo amaba a Isabel. Pero los tres años transcurridos me parecieron cortos en relación con estas dieciséis horas; debiera haber sido lo contrario, pero lo prohibido es siempre fugaz y a lo permitido se le concede, en cambio, la permanencia por añadidura. Además me parecía que, aunque Isabel no había cambiado, estaba a punto de hacerlo. Pensé en mi suegro y encontré un par de semejanzas entre los dos, ciertos movimientos de las manos, heredados indudablemente de él. Eran refinados y lejanos ecos de los movimientos del padre. Durante el viaje a Baden en el tren eléctrico, algunas de sus actuaciones casi me hirieron un poco. Por ejemplo: apenas había arrancado el tren cuando sacó un libro de su maletín, estaba al lado de su étui de toilette, sobre su ropa-pensé en el camisón de novia-, y el solo hecho de que un libro reposara sobre una ropa casi sacramental me pareció indigno. Se trataba de una serie de bosquejos de uno de esos humoristas alemanes del norte que, junto con nuestra fidelidad a los nibelungos, a la asociación con la escuela alemana, y a los profesores de las escuelas superiores de Pomerania, Danzig, Mecklenburg y Konigsberg, lucían por Viena su humor insulso y empezaban a extender su tedioso sentido de bienestar.
(De: La Cripta de los Capuchinos. El Acantilado, 2002)

sábado, octubre 13, 2007

Auster / "La noche del oráculo"

La noche del oráculo no está entre lo mejor de Paul Auster, según la crítica. Aunque no puedo dejar de manifestar que es una novela que me gustó muchísimo. A razón de esta novela, el periodista Charlie Rose lo entrevistó para su programa.
Dato: el video dura 57 minutos, pero a partir del minuto 35, hasta el término del mismo, tenemos la presencia del responsable de joyas como Ciudad de cristal, El palacio de la luna y Leviatán.

viernes, octubre 12, 2007

Entrevista: Leonardo Aguirre

Animal Tropical (en Montreal)

Estoy seguro que si hubieran más narradores que, al menos, se acercaran como se debe a la propuesta narrativa de Pedro Juan Gutiérrez, pues otra sería la realidad del tan maltratado realismo sucio. Tampoco es mi deseo que se copie totalmente a este fabuloso escritor cubano, pero sí es necesario que se tenga en cuenta una cosa obviamente básica (y al parecer, lamentablemente denostada) : leer mucho.

Los tópicos de P.J. Gutiérrez siempre son los mismos: alcohol a raudales, harto sexo (del bueno), miseria, violencia, etc. Sin embargo, el enfoque que ofrece de cada uno de estos es muy distinto en cada libro suyo. No es lo mismo el tratamiento que Gutiérrez da con El Rey de La Habana con Animal Tropical, ni mucho menos con El nido de la serpiente con Nuestro G G en La Habana (todo un homenaje a Graham Greene). Sólo los despistados pueden decir que Gutiérrez escribe de lo mismo, porque si así fuera éste no gozaría de una merecida fama mundial.

El éxito de Gutiérrez es apabullante, celebrado por igual por la crítica como por el público. Y dato curioso: sus libros se editan (su Trilogía sucia de La Habana ya va por su décima edición) y se traducen cada vez más en todo el mundo, pero estos no circulan en Cuba. ¿Por qué será?

Gutiérrez es un autor por quien no dejo de proclamar admiración. La lectura de sus libros, no creo exagerar, se hace cada vez más imperiosa. Leerlo entre líneas me ha sido de gran estímulo, y me ha hecho revalorar el realismo sucio como propuesta. Y si en algo puedo ayudar en su difusión entre nosotros (parece que sólo se lo lee en un círculo caleta de lectores), pues recomendaría (yendo a la fija) Animal Tropical, El Rey de La Habana, Carne de perro, El insaciable hombre araña (en realidad, todos sus libros).
Si gustan verlo y escucharlo, pueden clickear en los dos siguientes videos que son parte del documental Animal Tropical en Montreal.

lunes, octubre 08, 2007

LA CAVERNA

Antony

If It Be Your Will

Annie Lennox

Little Bird

miércoles, octubre 03, 2007

Raymond Carver


martes, octubre 02, 2007

Familia - Vladimir Nabokov

- Siempre he sido un consumidor omnívoro de libros, y ahora, lo mismo que en mi adolescencia, la visión de la luz de la lamparilla de la cabecera de la cama sobre un libro es una promesa de placer y una estrella que me guía a lo largo del día. Otros vivos placeres son los partidos de fútbol transmitidos por televisión, una copa de vino o un buen trago de cerveza en lata de vez en cuando, los baños de sol sobre el césped y la composición de problemas de ajedrez. Menos corrientes, quizá, es el fluir sereno de la vida de familia que durante su largo curso (casi medio siglo) ha puesto en ridículo a los espantajos del contorno y a los pelmazos de las circunstancia en todas las etapas de nuestra expatriación. La mayoría de mis obras están dedicadas a mi mujer, y su retrato ha sido producido con frecuencia mediante algún misterioso color reflejado en los espejos interiores de mis libros.
- Nos casamos en Berlín, en abril de 1925, en mitad de la redacción de mi primera novela en ruso. Éramos ridículamente pobres, su padre estaba arruinado, mi madre viuda subsistía gracias a una pensión insuficiente, mi mujer y yo vivíamos en sombrías habitaciones que alquilábamos en Berlín Occidental, en el seno magro de familias militares alemanas; yo enseñaba tenis e inglés, y nueve años más tarde, en 1934, en el amanecer de una nueva era, nació nuestro único hijo. Hacia fines del decenio de 1930, emigramos a Francia. Mis cosas estaban empezando a ser traducidas, la gente concurría a mis conferencias en París y otros lugares; pero entonces vino el final de mi etapa europea: en mayo de 1940 nos trasladamos a Norteamérica.
(De: Opiniones Contundentes. Taurus, 1977)

lunes, octubre 01, 2007

Control / Transmission

- Con retraso imperdonable, pero recién el sábado en la tarde pude ver Interiores de Woody Allen.
- Pero ese DVD lo compraste hace casi siete meses.
- Imperdonable, pues.
- ¿Y qué tal?
- De la puta madre. Si no fuera por Manhattan, Interiores sería su mejor película. Un Allen totalmente distinto.
- No se le da mucha bola.
- Así es, una pena. La película es de 1978. O sea, el pecado es mayor. Tanto tiempo sin verla.
- No importa, lo que vale es que la viste.
- Diane Keaton sale soberbia, pero no manyaba bien a la actriz en el papel de Flyn, Kristin Griffith.
- Una mamacita, tengo otras películas con ella.
- ¿Sí?, ¿y qué tal?
- No pasa nada. Carita y buen cuerpo. Intrascendente.
- ¿Las tienes?
- No, esas películas no salen. Poca gente la compra.
- Bueno, ya vi tus tres catálogos. Ahora, sácame el catálogo de las películas de verdad. Quiero ver las novedades.
- Allí están las novedades.
- Pero busco las de verdad.
- ¿Cómo qué estás buscando?
- Bueno, hay varias que persigo desde hace años: Pola X de Leos Carax, El amigo americano de Wim Wenders, en esta película está consignada la mejor actuación, inolvidable, de Dennis Hopper.
- Me lo repites cada vez que vienes. Tengo una de El amigo americano con John Malkovich.
- Sí la he visto, pero el tratamiento es una cagada, Malkovich termina salvando esa versión esperpéntica de Paolo Taviani.
- A mí me gustó.
- No digo que esté mal, pero la versión de El amigo americano de Wenders es la mejor, en todo sentido, y como te dije, Hopper se manda la mejor actuación de su carrera. Más canábico que nunca.
- Manya.
- También busco La espada de Gedeón, pero de esa no tengo datos precisos.
- Me suena también.
- ¿Y cómo te fue con 24 Hour Party People?
- Muy bien, se agotó mi stock.
- Bien, sabes, he escuchado o leído...
- Oye, G, si fumas, no dejes los puchos sobre los catálogos.
- Ok... Te quería comentar que ya varios patas me han pasado el dato que empezará a circular Control, sobre la vida de Ian Curtis.
- No jodas.
- Así es.
- Chucha.
- Tienes que estar atento. Ni bien tengas el DVD de Control me llamas, sea la hora que sea, y al toque te lo compro.
- Ese DVD lo tengo que tener sí o sí.
- Se estrena el 5 de octubre en Londres.
- ¿Cómo sabes?
- Está en Internet, pues. Hay un post sobre ello en El Hablador.
- ¿Qué es eso?
- Es un blog. Por las puras tienes Internet en tu stand, ¿no?
- Me contaste que en el colegio con unos patas tocaron una canción de Joy Division.
- Ah, sí. A los 16 años, creo.
- ¿Cómo fue esa barbaridad?
- Fue un sacrilegio, no lo niego. La hermana mayor de unos de mis patas nos hizo escuchar Unknown Pleasures y Closer. Nos desvirgó musicalmente esa mujer. A todos se nos pegó el ritmo de She´s Los Control.
- ¿Cómo así tocaron?
- Fue en el quinceañero de una amiga. Nos ofrecimos animar la fiesta con música. Algo cortito.
- Ya.
- O sea, días previos ensayamos horas de horas, de oídas, y nos salía más o menos bien el Love Will Tears Us Apart. Llegamos a tener una versión relativamente aceptable.
- Sin saber nada de música.
- Una amiga como vocalista, otro en el teclado, otro en la guitarra y yo en el bajo. A veces pienso que hay que rendirle un abierto tributo a Peter Hook. Hook toca el bajo con un estilo único.
- Los abuchearon, ¿no?
- Bueno, sí, ocurre que sólo habíamos ensayado ese tema, y lo estábamos repitiendo hasta cuatro veces, hasta que un tío, ya borracho, nos dice “tóquense una de Santana”. Y la gente se une al pedido.
- Los cagaron.
- Sí pues. Nos cagaron.
- Oye, ¿y esta de Jarmusch?
- A ver... No, ya la vi. No me gustó. Al parecer seguiré esperando que te marques un golazo, o con Pola X o El amigo americano ... de Wenders.
- Te juro que los he mandado a pedir y mis proveedores me dicen que es casi imposible.
- Casi, pero no imposible.
- ¿Pasará lo mismo con Control?
- No, no pasará lo mismo con esa pela. A mí también me gusta Joy Division. No a los niveles enfermizos que a ti, pero me gusta.
- Recuerda, sale el 5 de octubre. Creo que lo podrías tener para la quincena.
- Fácil que sí.
- Así que dile a tus proveedores que dejen de estar trayendo huevadas y que se pongan ya tras las pistas de ese DVD.
- Ya es prioridad.
- Bien.
- ¿Y qué tema de Joy Division escuchas ahora en tus noches de insomnio?
- Para empezar, ya superé el insomnio. Bueno, desde hace días me persigue el Transmission.
- ¿Acaso no eras el obseso de She´s Los Control?
- Hay que variar, si me preguntas por ahora, te contesto que es Transmission.
- Es buena.
- Bastante buena...Bueno, me quito, cualquier novedad me llamas.